“Pemex no se vende”, gritan a Peña Nieto en Colima; someten a dos estudiantes

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“Pemex no se vende” gritó el joven estudiante Alfredo Álvarez durante el acto público que Enrique Peña Nieto encabezó en su primera visita a Colima como Presidente para presentar el Programa Nacional Forestal.

Luego de haberle retirado una pancarta con la leyenda “Nosotros sí sabemos leer”, elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) le pidieron al estudiante de la especialidad en Gestión Ambiental de la Universidad de Colima, Alfredo Álvarez, manifestarse en lugar donde no fuera visible para la prensa. Sin embargo, el joven permaneció en el mismo sitio para luego gritar “Pemex no se vende” durante el discurso del Presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Tras su consigna, al joven le torcieron el brazo para sacarlo del evento que se realizaba en el Parque Hidalgo. Los elementos acusaron al joven de “echarles a perder” el trabajo pues no comprendían cómo logró introducir la cartulina.

El dirigente estatal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Vladimir Parra Barragán, expresó su indignación ante el hecho, “es claro que no quieren oposición, nadie que les diga una opinión distinta a la de ellos. Afortunadamente, no pasó a mayores”.

Sin embargo, otro estudiante de la Universidad de Colima también fue sometido por elementos de seguridad pública.

Luis Dávila, pasante de Medicina, traía consigo dos cartulinas con los mensajes “Peña Nieto no es mi presidente” y “Peña Nieto, asesino y represor”. El joven Dávila caminaba por el perímetro del Parque Hidalgo, pero policías estatales le pidieron que se retirara. Al señalar que la calle es libre, el joven fue tirado al piso por policías estatales, según relata Parra Barragán. “Cuando vieron las cartulinas, lo agredieron verbalmente, le dijeron que tenía que respetar al Presidente”.

El joven universitario fue llevado primeramente al edificio de la Policía Estatal Preventiva, pero luego fue trasladado a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) donde estuvo detenido durante aproximadamente tres horas.

A la madre de Luis Dávila le pidieron pagar 800 pesos de fianza, pero “por debajo del agua” podría dar únicamente 300. Sin embargo, la madre se negó a pagar pues su hijo no había cometido ningún ilícito.

Parra Barragán asegura que el estudiante de Medicina quedó con manchas en las manos y en los brazos, por lo que inmediatamente presentó una queja en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima.