Elegir el camino en el 2017

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Me acuerdo de las protestas magisteriales del pasado verano en Chiapas, cuando los medios y el gobierno se llenaban la boca con el desabastecimiento de los supermercados y las transnacionales acusando de inmorales a los maestros, mientras el pueblo seguía comprando, comiendo y conviviendo en el mercado. Me evoca a las palabras de una maestra rural del mismo estado.

“Ayer les decía que no tienen que caminar como caminan todos. Cada quien elige su camino. Esta el que camina con dudas porque se perdió y no encuentra el camino, hay quienes caminan haciendo equilibrio y son muchos que tenemos que ayudarlos, está el que camina de puntitas para no hacer ruido, está el que camina descalzo porque le gusta sentir la tierra o porque no tiene zapatos”.

Los compañeroas del sur nos enseñan que hay muchas maneras de caminar la vida, muchas maneras de que nos camine el camino. Ahora tenemos que elegir. Ahora hay que preguntarse ¿Cuántas cosas  se dice que ocurren pero nunca tuvieron lugar? ¿Cuántas cosas que ocurren no se dicen? Ahora tenemos la responsabilidad de informarnos, ser críticos, investigar para formarnos nuestra propia opinión escuchando todas las miradas y elegir nuestro camino sin obedecer a amenazas.

Carrier informó que conservaría su planta en Indiana, debido a que el presidente electo de Estados Unidos les prometió mayor competitividad y mantendría los más de mil puestos de trabajo en la empresa, con lo que detuvo una inversión de más de siete millones de dólares en Nuevo León. Ford canceló su proyecto en San Luis Potosí y la inversión de mil 600 millones de dólares en México. En su lugar, Trump dará 700 millones de dólares a la planta de Michigan. ¿Necesitamos estas empresas extranjeras en México? Si las queremos ¿quién debe fijar las condiciones para que operen en el territorio? Como ejemplo de sus prácticas tenemos en Aguascalientes a Nissan, quien presume de fabricar más de un carro por minuto mientras sus empleados se ven afectados en la atención médica, derechos de pensión y la falta de registro por semanas laboradas mediante esquemas outsourcing.

Y sube la gasolina y se registran hechos violentos. ¿Cuántos de ellos son responsabilidad de manifestantes legítimos y cuántos son provocaciones de los grupos de choque? Miles de ciudadanos se quedaran temerosos en casa y muchos más rechazaran las movilizaciones legítimas por miedo al “vandalismo” provocado por el gobierno. Empieza la doctrina del shock, es decir, “esperar a que se produzca una crisis de primer orden o estado de shock, y luego vender al mejor postor los pedazos de la red estatal a los agentes privados mientras los ciudadanos aún se recuperan del trauma, para rápidamente lograr que las reformas sean permanentes”,  tal como la describió Klein.

La ciudadanía parece entrar en pánico, siente una sistemática vulneración de derechos humanos por parte del gobierno y de las empresas donde trabajan, si trabajan. Pido un minuto de silencio por este México que parece desmoronarse. Pido un minuto de silencio, pero no para callarnos, sino para escuchar, para mirar más allá. Mirar para poder ubicarnos frente a cualquier conflicto con energía y optimismo, comprendiendo que somos seres dotados de inteligencia para plantearnos soluciones alternativas.

Ya hay mucho pueblo caminando y siendo caminado. Una indígena será candidata a la presidencia de México respaldada por el Congreso Nacional Indígena y el EZLN. Se organizan grupos de consumo local, de movilidad alternativa, foros de discusión, denuncias ciudadanas, recuperación de espacios públicos, asambleas horizontales de trabajadores, colectivos feministas, vecinos contra el narco. Porque juntos somos más y nuestra voz se escucha más fuerte, lo que sigue es construir espacios de coincidencia y organizar acciones colectivas. Convoca a la gente para discutir temas en común, en espacios públicos para que se involucre más gente.

El poeta Nicolás Linares escribe: Por años he sido víctima de juegos macabros/ de invitaciones a bailar con fusiles/ y solo queda tristeza buscando amigos entre el dolor […] Pero no, no quiero más furia/ ni escuchar el grito aberrante de un estomago infantil / muriendo por la falta de trigo

No queremos más furia, no queremos más violencia, hemos organizado la rabia y estamos caminando vida, justicia y verdad  ¿y tú cómo quieres caminar?