Despiden a profesor y periodista “incómodo” de la Universidad de Colima

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El corresponsal de Proceso en Colima y profesor de periodismo en la Universidad de Colima, Pedro Zamora Briseño, fue despedido de esta casa de estudios por “el argumento esgrimido que mi edad era superior a los 40 años”, publicó esta tarde el periodista.

Conocedor de que “ese no fue el argumento para mi exclusión”, Zamora narró en su cuenta personal de Facebook la oposición que existió por parte de las autoridades universitarias debido a su ingreso como profesor por horas a la Facultad de Letras y Comunicación.

“El argumento de la edad es sólo una fachada para encubrir motivos relacionados con el descontento de las altas autoridades universitarias por la orientación de mi trabajo periodístico”, comentó Zamora.

En su narración, el corresponsal recuerda que en agosto 2010 inició como profesor de las materias Agencias Informativas y Edición Periodística, sin embargo sus dos primeros pagos quincenales no fueron realizados.  “Entonces me enteré que el coordinador general de Recursos Humanos, Juan José Guerrero Rolón, se oponía a mi incorporación como trabajador de la Universidad de Colima (porque) mi edad era superior a los 40 años”.

A partir de la tercera quincena fue contratado como “profesor interino por horas”, gracias a las gestiones de la entonces directora de la facultad, Gloria Vergara Mendoza. Guerrero Rolón se negó a pagarle su primer mes de salario por lo que la dirección de la facultad asumió el gasto con recursos propios.

Para el semestre que inició en febrero 2011, Zamora continuó como profesor pero sin un contrato laboral formal y bajo “una extraña figura de ‘profesor becario’, sin ningún tipo de prestaciones ni relación laboral alguna”, debido a la persistente oposición del coordinador de Recursos Humanos.

“Consciente de que violaban mis derechos laborales, acepté sólo por el gusto de seguir compartiendo con el alumnado aquello que ha ocupado la mitad de mi vida: el periodismo”, expresó.

En el semestre que inició en agosto 2012 fue “cuando percibí el mayor rechazo por parte de las autoridades centrales de la Universidad”. Zamora relata que hasta marzo 2013 recibió dos meses de sueldo que se habían atrasado, aunque por parte de Guerrero Rolón le advirtieron que eso “ya es todo lo que hay para ti”. Los pagos quincenales posteriores no le fueron entregados a pesar que aún impartía clases en la carrera de Periodismo.

Al finalizar el semestre, le entregaron tres meses de salario atrasados y nuevamente le advirtieron que “ahora así es todo, ya no va haber más” por órdenes del “licenciado”. Efectivamente así fue, para el periodo agosto 2013 el profesor ya no recibió horas de clases.

“No estoy conforme con mi salida de la Universidad de Colima en estas condiciones (pero) no es mi intención buscar ser reinstalado ni nada parecido. De ninguna manera es mi obsesión conseguir empleo en la Universidad de Colima”, indicó. “Lamento que el centralismo autoritario prevaleciente en la universidad impida a sus propias escuelas y facultades decidir libremente la conformación de su planta docente a partir de sus necesidades académicas”.

Finalmente, expresó su agradecimiento a quienes lo apoyaron en su experiencia docente, “pero de manera muy especial, a los periodistas emergentes con los que tuve la oportunidad de convivir en las aulas”.