Lomas Verdes: la resistencia ciudadana

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«Los hechos nos recuerdan a cada paso que no reinamos sobre la  Naturaleza como un conquistador reina sobre un pueblo extranjero, como alguien que está fuera de la naturaleza, sino que nosotros pertenecemos a ella con nuestra carne, nuestra sangre, nuestro Cerebro, que nosotros estamos en su seno y que todo nuestro dominio en ella reside en la ventaja Que tenemos sobre el conjunto de las otras criaturas es la de conocer sus leyes y poder servirnos de Ellas juiciosamente.»

– Michael Lowy 

 

Al norte de la ciudad, en la zona residencial donde se ubica el parque de Lomas Verdes, después de años de una ardua labor por parte de los vecinos, que implicó la limpieza de un espacio, por demás olvidado, por el gobierno del estado, pues este estaba lleno de  matorrales y basura, era un espacio que representaban cierto grado de inseguridad y era necesario habilitar no solo por una buena imagen, también por la imperante necesidad ecológica que representa rescatar espacios como este, todo esto, hasta que los vecinos cercanos al jardín,  se organizaron: se hizo una plantación de árboles, regándolos, gestionando con el Ayuntamiento para que cumpliera con su responsabilidad y poniendo cada uno, aportaciones económicas de su bolsa, para la construcción de banquetas, la colocación de bancas, entre otras actividades, esto con el fin de que  la sociedad en general disfrutara de un espacio común para la recreación y el esparcimiento sano. Sin embargo, sin importar esto, y haciendo caso omiso del consenso de la comunidad, violando la ley de uso de suelo y la ley que reivindica al estado laico en Colima, intentan colocar una Iglesia, que en opinión de los vecinos, esta no hace falta.

Es evidente que el gobierno del estado no tienen en sus prioridades la representación y defensa de la opinión social, y clara muestra es que hoy un grupo, que en cada ocasiónes más amplio, de ciudadanos repudia su decisión de haber cedido un terreno público a la iglesia  católica, esto sin haber consultado en forma y con métodos que aseguren consenso e inclusión, a la mayoría de los afectados.

El actual problema en la Colonia Lomas Verdes, es un asunto público derivado de un modelo de desarrollo y urbanización, que, además de irresponsable es agresivo con el medio ambiente de nuestro territorio y que delimita la calidad de vida de sus habitantes, beneficiando económicamente a sectores minoritarios, que en la mayoría de las ocasiones no generan la derrama económica anunciada.

La obra que se pretende construir, tendrá un costo de aproximadamente 22 millones de pesos y el espacio que se pretende utilizar es de 4 mil cincuenta metros cuadrados, un espacio público donado por el gobierno del estado y aprobado por el Congreso local, para tal efecto, los diputados tuvieron que “corregir” el decreto número 656 que se encuentra publicado en el diario oficial del estado de Colima, logrando así, no solo ratificar la donación del terreno, sino ampliando las medidas de este, una ejecución rápida para así, violando el estado laico mexicano, siendo que el gobierno de Colima actúa en contra de las necesidades y requerimientos de la población por atender las peticiones y exigencias de unos cuantos.

Los funcionarios de gobierno y los representantes populares, tienen la obligación de replantearse frente a la sociedad el rumbo que se está siguiendo en nuestro Estado. En lugar de ello, han optado por la cerrazón y por la complacencia con grupos que amenazan la integridad de las personas que oponen a sus decisiones arbitrarias, promoviendo con esto, que el conflicto adquiera dimensiones de violencia que los inconformes jamás han buscado.

Tal como pudimos observar el pasado 21 de Diciembre, la manifestación en contra de la destrucción de gran parte del jardín de Lomas verdes, fue anunciada como una manifestación pacífica, la ciudadanía iba en busca de un dialogo razonable, con el fin de proteger un área verde que se ha mantenido por medio del trabajo de los vecinos que habitan cerca de la zona. Sin embargo, actos similares a los presentados el 1 de Diciembre en la ciudad de México se dieron ese día, policías infiltrados vestidos de civiles actuaron como grupo de choque contra los manifestantes, se dieron demasiadas provocaciones, que venían de las mismas personas que participaron y agredieron a los manifestantes en las marchas anti Peña, sobre los cuales existen fotografías y videos con las pruebas, se dejo ver el claro ejemplo de los regímenes de autoritarismo y represión característicos del PRI, con un grupo de policías golpistas, un helicóptero al aire encañonando y la pretensión de detener a ciudadanos inocentes que buscan defender los espacios de recreación existentes.

Ante esto, hacemos un enérgico llamado a  que se respete el estado laico en Colima y al mismo tiempo, el respeto a la ciudadanía y al medio ambiente, circunstancias que, al  gobierno del estado no le interesa reconocer como elementos fundamentales para el bienestar social de la población.