El quinto lugar de Colima con mayor nivel de violencia contra las mujeres y el aumento en los feminicidios en el estado son “un claro ejemplo de que las leyes no nos garantizan una vida libre de violencia”, aseguró Ginnet Franco Licea, integrante del Colectivo Feminista Clara Zetkin.
“La legislación no nos garantiza que se erradique este problema, va más allá de una cuestión de establecer leyes, como la Ley Pavi (Prevención y Atención de la Violencia Intrafamiliar), que se supone garantiza que las mujeres no suframos ningún tipo de violencia”, señaló la joven feminista.
Aunque se habla de que las mujeres son libres y que pueden salir a trabajar, “esta liberación se ha vuelto una navaja de doble filo, porque ahora ya no somos oprimidas con las jornadas laborales de casa sino (también) con las del trabajo”. Agregó que las labores de casa no son reconocidas, ni remuneradas, “ni siquiera son respetadas ni valoradas”.
Las mujeres deben tener autoconciencia de los niveles de violencia y opresión que se han sufrido en la sociedad, planteó Franco Licea. Además de que los problemas de opresión son reproducidos por el sistema “en sus diferentes esferas”, por lo que considera necesaria la intervención de mujeres organizadas para evitar y eliminar “todo este proceso de violencia y opresión que sufrimos”.
El pasado viernes 30 de noviembre, en el marco del Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres y las Niñas, el colectivo realizó un taller sobre la autoestima de las mujeres que sufren violencia, que sirvió para reconocer de dónde viene la inseguridad y el miedo. En el encuentro, participaron varios hombres y mujeres donde se expusieron varias propuestas para erradicar la violencia.
El Colectivo Feminista Clara Zetkin es un grupo feminista con apego a los movimientos sociales y el marxismo. Invitan a todas las mujeres que deseen participar o integrarse, ponerse en contacto con ellas a través de su cuenta de Facebook en el siguiente enlace: http://www.facebook.com/profile.php?id=100004204214624. Aclararon que el grupo no es exclusivo para jóvenes, estudiantes, o feministas socialistas.