Hoy cierra Perriodismo

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Hoy cierra Perriodismo. No sé hasta qué punto este medio de comunicación haya sido una diferencia en la trama del poder en Colima. De lo que estoy seguro es que durante toda su trayectoria fue incómodo para las cúpulas del poder. No me refiero sólo a gobernantes sino también a las élites empresariales, a los dueños eternos de la Universidad de Colima, y por su puesto para la FEC.

Contrario a lo que muchos piensan, el objetivo de Perriodismo no era solamente joder. Para eso están las páginas panfletearas que sobreviven en el Facebook pegándole a un político y otro de acuerdo al dinero recibido. Sin duda Perriodismo jodía. Escándalos como el dinero que destinaba Mario Anguiano a negocios de su pareja o el desvío de fondos de la Universidad de Colima no fue cubierto por ningún otro medio de comunicación. Supongo que si estás acostumbrado al silencio y la impunidad de los delitos eso jode.

Para muchos otros Perriodismo rayaba en el extremo de la denuncia y las malas noticias. Quizás es cierto que este medio llegó a prestar poca atención a cosas positivas que pasan en el estado. Pero frente a un montón de periódicos y páginas web que sólo reproducen las maravillas del boletín oficial me parece que fue un contrapeso en la balanza.

No sé si muchos lo sabrán pero Perriodismo casi siempre fue una persona. La mayoría del tiempo fue un proyecto sostenido de manera personal. Muchas páginas así lo hacen así. Pero la diferencia radica es que en el periódico dirigido por Oscar Adrián se hacía investigación. Reportajes que requerían semanas y hasta meses de investigación raras veces los he visto en otro medio. Incluso cosas tan simples como explorar toda una noche las páginas de transparencia del gobierno parecen una práctica incomprensible para muchos reporteros de Colima.

En más de una ocasión hubo políticos (de los pesados) interesados en ofrecer dinero a este medio. Su director lo rechazó tajantemente. Otras veces algunos políticos (no tan pesados) dieron pequeñas donaciones con las que ni La Voz de Colima se podría haber sostenido dos meses. En la página web nunca vi más de tres banners de publicidad.

En algún momento se pensó que Perriodismo cumplía el papel que ningún partido político de oposición realiza: vigilar y controlar al poder público. Sonaba lógico que si la gente no tiene tiempo de andar persiguiendo a quienes se encargan de darle forma a nuestro entorno, se interesaran en apoyar una iniciativa que les diera información y pudiera sacar a la luz hechos que ningún otro medio informa. De hecho mucha gente exige información crítica y veraz.

Cuando se lanzó una campaña de donaciones esta fue muy bien acogida por el público, pero ni el 5% de los que siguen la página cooperaron con alguna cantidad para su sostenimiento. No estoy diciendo que a Perriodismo lo mataron sus lectores, pues de hecho gracias a ellos el medio se ha sostenido por tantos años, aunque sea por inyección de motivación moral. Pero da coraje que ni siquiera ese esfuerzo estemos dispuestos a hacer por ponerle un ladrillo a una alternativa para cambiar las cosas.

No es cosa de Colima. Las condiciones para el periodismo están bien difíciles en todo el mundo. Sobre todo para los proyectos emergentes. Perriodismo se sostuvo así muchos años, quizás más por un incentivo personal que por un sostén público. No queda lugar para hacer ningún reproche.