Compañera de partido, la diputada local con licencia Julia Jiménez Angulo calificó al senador Jorge Luis Preciado como “un sicario electoral que no tiene límites”. Y lo acusó, además, de estar detrás de las personas que tomaron la casilla del Comité Municipal panista de Coquimatlán para manipular las boletas y así darle el triunfo a Enrique Michel Ruiz.
Las últimas elecciones en las que ha participado el senador Preciado, ya sea directa o indirectamente, se caracterizaron por ser procesos convulsos, violentos y plagados de irregularidades. Recordemos, por ejemplo, que en la elección a gobernador un chofer de autobús falleció a golpes cuando un grupo de personas destruían propaganda de Ignacio Peralta. Un hecho inédito en la vida democrática del estado y que manchó de sangre la elección extraordinaria.
Que no se nos olvide cuando el senador aseguró que los muertos votaron en Minatitlán, acusación que los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación desmintieron. Más reciente, el pasado domingo en el municipio de Coquimatlán se registraron hechos de violencia entre militantes panistas. ¿Coincidencia o un desafortunado hado del senador?
Lo que sí está comprobado es que a Jorge Luis no se le da mucho eso de respetar las leyes y normas, sobre todo cuando se trata de algún proceso electoral. Por eso el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó sancionarlo con 350 mil pesos por la adquisición indebida de espacios en televisión –cuando se presentó en el Teletón—y que derivó en propaganda electoral.
En esa ocasión el senador mintió –muy frecuente en él— al decir que lo invitaron y no había pagado por ese espacio, cuando en realidad hizo una “donación” de 250 mil pesos para que el Teletón le permitiera salir 30 segundos al aire, violando así lo dispuesto por el artículo 54 de la Ley General de Partidos Políticos y a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, así como al Reglamento de Fiscalización del INE.
Bajo la égida del senador, al PAN tampoco le ha ido muy bien. No sólo perdió el poder en el congreso local, sino que en el pasado proceso electoral del 2015 el INE multó a este instituto político con 134 mil 381 pesos por faltas detectadas en los informes de precampaña al gobierno del estado, congreso local y ayuntamientos.
¿Por qué perdió el poder en el congreso e incurrió en estas irregularidades? Porque la actual dirigencia de PAN –y tal vez la que siga con Michel—tiene una obsecuencia servil a los intereses particulares del senador. Tan es así que el senador, violando sus propios estatus del partido, creó una comisión especial investigadora –ilegal—para quitar la militancia panista a Gabriela Benavidez, a quien el senador ve como una rival para el 2018 y el 2021.
Sin embargo, la jugada que instrumentó Jorge Luis fue tan burda, que el comité ejecutivo nacional del PAN decidió revocar el proceso interpuesto contra la alcaldesa de Manzanillo. Por cierto, esta comisión especial investigadora se creó cuando Enrique Michel le dejó al senador su cargo de secretario general del Comité Directivo Estatal en julio. ¿Feliz coincidencia?
Dos puntos
La dirigencia panista se va a definir en los tribunales. Llama la atención que Julia Jiménez ganara en la primera vuelta con 14 votos de ventaja y sobre todo que se alzara con el triunfo en Manzanillo, municipio clave porque es donde existe la mayor concentración de la militancia panistas –son cerca de mil 200 militantes del PAN–. Al final será el CEN del PAN el de la última palabra.