Queremos ser felices, seguros

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A justo 10 días de que el próximo gobernador de Colima comience sus funciones (nombramiento que precisamente hoy va a legitimar el TEPJF), el camino hacia la gubernatura no ha sido miel sobre hojuelas; y no solo en términos políticos, donde la impugnación de la elección de gobernador del estado de Colima mantiene con un ojo abierto al gremio priista. Además, la inseguridad que últimamente se ha remarcado en el estado complica el cumplimiento de la valiosa promesa que Peralta Sánchez agitó en sus discursos de campaña.

Vale la pena recordar que al inicio de su gestión, el aun gobernador de Colima Mario Anguiano, también prometía tener un gobierno “aliado de los colimenses para tener mejores niveles de vida”, sin embargo, a pesar del compromiso de “asegurar de forma permanente la seguridad pública, la prevención del delito y la procuración de justicia como garantes de la tranquilidad social”; la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2014 demostró su total incumplimiento, al exhibir que de 2010 a 2013, la tasa delictiva no solo no disminuyo, sino que aumentó en 51.71%.

Además, durante las comparecencias que ayer se realizaron en el congreso del estado, el procurador de justicia Marcos Santana Montes fue precisamente cuestionado sobre las incongruencias que el VI informe de gobierno exhibió en materia de seguridad, así como la desconfianza que el 46% de los colimenses manifiesta tener a la institución a su cargo y el 80% que asegura percibir un desempeño deficiente por parte de la misma, a lo que el procurador respondió que más importante que las encuestas es el esfuerzo que hacen de manera conjunta las entidades que tienen responsabilidades de gobierno para propiciar confianza en la sociedad.

Sin embargo, las encuestas son el frio reflejo de que hasta ahora no hay disminución en los índices de criminalidad ni mejora en los procesos de impartición de justicia, así como que la gran cantidad de recursos que se han invertido en las fuerzas de seguridad no han cumplido su principal objetivo. El mismo atentado que el ex gobernador Fernando Moreno Peña sufrió la semana pasada nos muestra que la inseguridad que aqueja a nuestro estado ha rebasado ampliamente a nuestras instituciones.

Ante este panorama, Ignacio Peralta tendrá que legitimar su promesa de mantenernos seguros, exponiendo como lo va a conseguir, pues pareciera que su finalidad de campaña fue prometer hasta el cielo con tal de ganar, pero como dicen por ahí, del dicho al hecho hay mucho trecho y tanto a nivel federal como estatal su partido no ha destacado por ser congruente con sus promesas. Será que después de tantos años de desvíos, componendas y egoísmo tricolor ¿Por fin vamos a ser felices?.