Ayotzinapa: la indignación permanente

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Ser joven es un delito. La realidad lo comete todos los días, a la hora del alba; y también la historia que cada mañana nace de nuevo. Por eso la realidad y la historia están prohibidas.

Eduardo Galeano, Días y noches de Amor y Guerra.

Frente a la campaña de las élites gobernantes para crear estados de alerta, persecución y penalización sobre la ciudadanía que se moviliza e indigna, invitamos a los actores políticos locales a hacer un análisis más profundo de la coyuntura antes que repetir de forma orgánica los discursos trillados y repetitivos que contribuyen a la criminalización de los ciudadanos y la evasión de responsabilidades de Estado que la sociedad está señalando.

No podemos decir que en un mes de marchas y protestas, pretendan desestabilizar al país, no se puede delegar al pueblo la responsabilidad de hechos que lo único que demuestran es que las personas que se encuentran en el gobierno no han podido responder a las expectativas y demandas del pueblo de México.

Todos concordamos en la legitimidad de la indignación de los ciudadanos por la desaparición de los estudiantes normalistas, pero sabemos que el problema va más allá, pues estos hechos desbordaron una insatisfacción contenida por la falta de resultados, por la poca calidad de la democracia y la debilidad de las instituciones políticas en nuestro país, que lejos de responder a las necesidades y demandas del pueblo, acompañan la regresión de derechos y el desmantelamiento del proyecto nacional que dio cohesión a nuestra nación.

No somos los millones de mexicanos indignados y en las calles quiénes desmantelamos el pacto constitucional, mucho menos un pequeño grupo desconocido que protesta de forma incendiaria. Los desestabilizadores son los que dejaron gobernar al crimen, los que atentan contra la paz social, los que eliminaron los derechos de trabajadores, quienes permiten que se despoje a campesinos e indígenas de sus tierras, los que venden nuestros bienes comunes a intereses económicos transnacionales.

Desde Morena también hacemos un llamado a la sociedad civil, a la que siempre acompañamos de manera respetuosa y en solidaridad con sus diferentes expresiones y demandas, no es nuestro objetivo aprovechar la situación para obtener beneficios, ni creemos que las y los ciudadanos sean ingenuos para que esto suceda.

Hoy más que nunca debemos recuperar la política, la capacidad de organizar nuestras demandas e intereses y luchar por condiciones más justas y democráticas en donde continuar nuestra vida. Recordemos que en Colima también hay desaparecidos, también se criminaliza y persigue la protesta, al activista, a los ciudadanos de a pie. Las fuerzas del orden acaparan las calles de manera intimidatoria y persiguen de forma autoritaria y prepotente al ciudadano, mientras la violencia y la inseguridad no desisten. Es en este contexto de autoritarismo y desesperación que sucedió la tragedia de Ayotzinapa; en donde miles de Colimenses de forma plural, incluyente y democrática  salimos a las calles de forma pacífica  para hacernos presentes el  pasado 20 de noviembre y demostrar nuestra sed de justicia y cambio social.

No hay que dejarnos engañar por discursos oportunistas repetidos desde hace décadas justificando la falta de sensibilidad, de oficio político y la incapacidad para explicar y admitir los errores cometidos, no dejemos que nos hagan pensar que el pueblo es su propio enemigo, cuando es este el que ha sufrido de robos, violencia, desamparo y pobreza .

Ahora  encontramos 43 vidas truncadas que el discurso oficial pretende usar para decir que un grupo quiere dejar en mal a México, pero esta situación no es más que la prueba fehaciente de que aquí pasa más de lo que clase política ve, entonces podríamos entender por qué no resultan sus estrategias tan elaboradas.

Alguien que no ve la problemática y no es consciente de su papel dentro de esta nunca podrá resolver de raíz lo que se vive. No queremos más víctimas, no queremos palabras y discursos sobre una humanidad que no vemos en sus acciones.

La exigencia no es otra, a los 43 hijos de Ayotzinapa VIVOS SE LOS LLEVARON Y VIVOS LOS QUEREMOS, y si no pueden hacer su trabajo hoy como no lo han podido hacer en años de impunidad, les pedimos que renuncien como un acto consecuente de asumir la responsabilidad que ahora es tanta.

Nuevamente Acción global en solidaridad con Ayotzinapa este próximo lunes  1 de diciembre

¡Regrésenlos y váyanse!

 

Vladimir Parra Barragán. Presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena Colima.

Revolucionpermanete12@gmail.com