La intolerancia de los regímenes priistas

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“Tampoco los muertos estarán a salvo del enemigo si este vence.
Y este enemigo no ha cesado de vencer.”
– Walter Benjamin tesis sobre la historia y otros fragmentos. 

“En la noche sueño con que he perdido mis zapatos negros. Alguien me los quitó y tengo que caminar descalzo por las calles. Es un sueño absurdo, obsesivo. Supongo que tendrá que ver con las fotos de los zapatos abandonados después de la matanza de Tlatelolco. ¿El sueño es una advertencia? ¿Retornan los oscuros tiempos? Tendremos que pararlos.”
– Paco Ignacio Taibo.

    

La avanzada neoliberal que pone a México al servicio de unos pocos genera injusticia social y pobreza generalizada, amenaza con ocupar la totalidad de nuestros territorios y apropiarse hasta el último de nuestros recursos naturales, explotar la fuerza de trabajo del pueblo de México y nuestra capacidad de generar conocimiento propio, limitando con ello la libertad de pensamiento para buscar una  democracia real en nuestro en nuestro país.

Con actos de  represión que generan ira social, usando ilegalmente balas de goma, perpetrando detenciones arbitrarias y causando un número indefinido  de heridos, se inaugura un nuevo régimen que desconoce las razones de un profundo descontento popular generalizado, marcado de manera concreta  por los jóvenes del movimiento #132.

Las más elementales reglas de la democracia exigen la liberación inmediata de las y los detenidos arbitrariamente el pasado primero de diciembre, juicios justos a los inculpados civiles y castigo a los culpables del Estado Mayor Presidencial, de la fuerza pública federal y local, quienes han sido responsables de la violación de derechos humanos y de la provocación de violencia.

Es inaceptable que el nuevo episodio represivo sirva como cortina de humo para los crímenes acumulados por el presidente saliente, ni para las propuestas privatizadoras del nuevo régimen y el mantenimiento del estado de guerra que nos ha costado ya casi cien mil muertos, 20 mil desaparecidos y un millón de desplazados.

Por otra parte, los medios de comunicación se han dedicado al linchamiento mediático en contra de los jóvenes de los movimientos manifestantes, la televisión realiza su juego tradicional. No hay ni una sola referencia a la dudosa manera en que Peña Nieto ganó las elecciones, ni una mención a la violencia policial, ni a la violación de derechos humanos fundamentales que se cometieron el día 1 de diciembre.

En una muy apresurada ceremonia, la banda presidencial salió de las manos de un presidente espurio que inició una guerra contra el pueblo, provocando más de 100 mil muertos, miles de desaparecidos y desplazados, y un desastre en todos los ámbitos de la vida nacional. La banda fue recibida por un individuo autoritario que representa el retorno de un régimen regresivo marcado igualmente por la violencia, la corrupción, la impunidad y la defensa a ultranza de los intereses del capital y del imperio que ahogaron al país durante decenios.

La policía lanzó de manera inexplicable decenas de bombas de gases lacrimógenos (se habla también de gases pimienta) que fueron devueltas por los manifestantes. Dispararon también balas de goma, piedras, botellas y palos.

Según el registro en filmaciones, fotos y testimonios, la fuerza policial y parapolicial fue lanzada contra manifestaciones juveniles o bien pacíficas, o controlables de antemano si se hubiera querido. Pero no: el mensaje del régimen intolerante característico del viejo y ahora del “nuevo”  PRI era claro: hacernos saber de qué se trata, de mostrar el poder y desplegarlo para atemorizar a todo aquel que se atreva a levantarse contra el régimen establecido al denunciar que Peña no ganó las elecciones, que éstas fueron un fraude centrado en la compra de millones de votos

Ante esta situación en el Ángel de la independencia, Andrés Manuel fija una postura de clara solidaridad y compromiso: No a la represión. Pide la renuncia del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, y si se demuestra la responsabilidad, del propio Mondragón, que ha desertado del Gobierno del DF para ser subsecretario en el nuevo gobierno priisita.

Señala Andrés Manuel que “Estaremos al lado de los ciudadanos que necesiten de nuestro apoyo. Morena no será un partido palero, es un instrumento de lucha al servicio del pueblo”. No se puede aceptar que ningún ciudadano sea golpeado o sea maltratado imputándole delitos que no cometió. Solidaridad con nuestros compañeros, exigimos libertad a los presos políticos y justicia para deslindar responsabilidades.