Abusos aprobados

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En días pasados el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado (CDHE), Sabino Hermilo Flores, declaró que cada mes se denunciaban ante dicho organismo alrededor de 16 quejas en contra del irrespetuoso actuar de elementos policiacos, y que del 2014 al 2015 el número de quejas en contra de dichas autoridades había disminuido en más del 50%, pues solo se presentaron 337 y 159 quejas respectivamente.

Por supuesto estas cifras están muy lejanas a la realidad que se vive en nuestro estado, en parte por la falta de interés para denunciar abusos de autoridad y en parte la posible “maquilladita” que estos números pudieran tener encima (nada nuevo); el hecho es que cada vez se perciben mas a través de los medios de comunicación y las redes sociales el acoso que vive la ciudadanía por parte de quienes en principio de cuentas deberían protegernos.

No hace más de una semana se difundió a través de las redes sociales videos que mostraban como elementos de la Policía Estatal Preventiva detuvieron a Meyly Pastora Beltrán, ex candidata del PAN a diputada local, de manera abusiva, sin civilidad y por motivos absurdos, incluso tratando de sembrar delitos no cometidos, pero que gracias a las grabaciones obtenidas de ambas partes (policías y la propia Meyly) y la rápida viralización de estos videos pudo brindarse ágil apoyo por parte incluso de diputados blaquiazules que reprobaron dichos actos.

Sin embargo, este tipo de atropellos pasan desapercibidos la mayoría del tiempo, sabemos los motivos, pero las razones por las que ocurren aun son cubiertas por la procuraduría e incluso la misma CDHE, con esto quiero decir, que ningún policía con deseos y necesidad de conservar su empleo y libertad va a presentar conductas que serán realmente sancionadas, ya sea con multas, despidos o cárcel, por menos que sea su preparación académica, su preparación profesional y su sentido común, se mantendrán al margen de lo permitido y lo inadmisible.

Entonces, ¿Están permitidas las conductas autoritarias y abusivas dentro de las corporaciones policiacas de nuestro estado? o ¿Acaso los empleados se permiten maltratar a sus protegidos a pesar de saber que serán sancionados o despedidos? Por supuesto que no, el problema es la amplia tolerancia que existe por parte de los directores de dichas corporaciones ante este tipo de conductas. Concuerdo en que se debe actuar con firmeza cuando de la delincuencia se trata, pero operar por medio de injusticias y alevosías es algo inadmisible.

No debemos olvidar que durante el periodo del ex gobernador Mario Anguiano, prácticas indebidas, abusos, desvíos de recursos, actos de prepotencia y demás ilegalidades que se cometieron dentro del gobierno del estado no solo no fueron castigadas, sino que incluso fueron solapadas con la finalidad de no evidenciar lo mal que se estaba conduciendo su administración y aunque eran bien reconocidas por los trabajadores de algunas dependencias, no eran denunciadas por miedo a la impunidad, tal y como el resto de los ciudadanos no denunciamos los abusos que a diario se viven.