Que a nadie sorprenda si en los próximos días se instala en Colima una sesión del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, como una respuesta ante el incremento de ejecuciones.
En dicha reunión es muy probable que se redefina la estrategia de seguridad. Hay dos aspectos que requieren urgentemente mejorar y modernizarse. Uno es el equipamiento y profesionalización de las corporaciones policiacas y otro es la modernización del sistema de inteligencia, conocido mejor como C4 (próximamente se denominará como C5).
Y es que se requiere formalizar una carrera del servicio de seguridad pública, donde se profesionalice al elemento con un enfoque académico y operativo de la profesión (que tenga mejoras salariales y que cambie totalmente el prototipo del policía).
Asimismo, las cámaras necesitan integrarse a un sistema que permita darle un seguimiento, en tiempo real, a los ilícitos, contribuyendo así a la captura o identificación de los sicarios, ya que actualmente funcionan de manera aislada y se desconoce el impacto que tienen en la resolución de los crímenes.
Si bien es cierto que los elementos de seguridad demuestran su valentía con su trabajo, lo es también que la gran mayoría de ellos no cumplen con las condiciones físicas, educativas y de edad óptima, puesto que ya muchos están por jubilarse.
Dos puntos
Es probable que el ejército participe en los trabajos de patrullaje y vigilancia en la zona conurbada. Es una opción, una posibilidad.