Soy Nestora Salgado

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Cada sociedad históricamente determinada marca los parámetros para definir a hombres y mujeres. Estas definiciones establecen las reglas de conducta de unos y otras, así como las formas en que deben relacionarse entre ambos. Las implicaciones de estas definiciones impactan en la vida social, económica, familiar y política de hombres y mujeres.

Aunque las sociedades son diferentes, los rasgos en común respecto a cómo definen a hombres y mujeres se caracterizan por otorgarles menor prestigio a las actividades de las mujeres respecto a las que realizan los hombres; por darle significados negativos a las mujeres y las actividades que realizan, por excluir a las mujeres de la participación en actividades públicas y por un pensamiento dicotómico, que sitúa a lo masculino por encima de lo femenino.

Estas características colocan a las mujeres en una situación de subordinación. La familia, la religión y el estado han contribuido a reforzar esta subordinación. Transitar de estos modelos de convivencia humana centrados en los hombres hacia otros más equitativos es una tarea impostergable de hombres y mujeres. Reconocer lo que las mujeres hacen para transformar la historia del lugar en el que viven es entender que no hay desarrollo humano para un país si las mujeres no están incluidas.

Mujeres como Nestora Salgado son parte de esa historia nueva en México. La Comandanta Regional de la Policía Comunitaria de Olinalá, Guerrero, se encuentra recluida desde 2013 en un Centro Federal de Readaptación Social. Se le sigue proceso por secuestro, homicidio calificado y robo y privación de la libertad. Su detención tiene que ver con el papel que jugó al mando de un grupo de personas que deciden tomar en sus manos el destino de su pueblo. Era necesario defenderse de los narcos y de la policía corrupta.

El camino que encontraron, ella y otros en Olinalá, fue crear la policía comunitaria. Por eso la detuvieron. Ahora está nuevamente en huelga de hambre. Exige un debido proceso que no llega. Ella es una de esas mujeres que decidieron dejar de esperar que otros cambien, para convertirse en protagonista de la historia de nuestro país, que necesita más actores y menos espectadores. Desde su propia voz nos dice: “…les deseo lo mejor de la vida. Deseo que las cosas puedan cambiar”. Se imagina que afuera, la gente sigue en pie defendiendo sus derechos y agradece lo que se hace por ella: “entiendo que están luchando afuera ustedes…muchas gracias por seguir al pie en las redes, sobre mi situación, una situación de injusticia que el gobierno está haciendo conmigo.

De este secuestro que el gobierno ha hecho conmigo, les doy las gracias por el apoyo y la voz que han levantado, que son como las olas del mar” Reafirma el sentimiento popular de que las cosas en este país deben cambiar: “… todos necesitamos una voz en tantas cosas que hemos sufrido en este año”. Recuerda a los 43: “…para todas las madres, para todos los padres a ellos quiero decirles que estoy con ustedes porque se lo que están pasando” Busca, como todos “…que exista paz y justicia… “.

Nestora es una protagonista de la historia actual de México, de un país lleno de violencia, donde no se puede confiar en el estado porque, desde sus aparatos ideológicos y de control, ejercen el poder con el uso de la corrupción. Partidos políticos, instituciones públicas, instituciones religiosas, instituciones educativas son espacios de inequidad y de injusticia, de rasgos andróginos, sostenidos por valores machistas. Todavía hay mucho por hacer. Seguimos en transición hacia un país donde haya más equidad. No lo hemos logrado. ¡Libertad para Nestora! #YoSoyNestoraSalgado