Con un inusual dispositivo de seguridad, se celebró ayer una audiencia por el conflicto interno del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima (SUTUC) donde participaron los abogados representantes del secretario general depuesto, Leonardo César Gutiérrez Chávez, y del dirigente entrante, Luis Enrique Zamorano Manriquez.
La reunión -anunciada como pública pero que tuvo acceso restringido- se realizó en el edificio de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, situado sobre la calle Nigromante en el centro de la capital, donde se abordó lo relacionado a la llamada “destitución ilegal” de Gutiérrez Chávez ocurrida el 18 de marzo en una asamblea sindical.
Cabe señalar que aunque el acta de la asamblea está avalada por un notario público, no se han difundido fotografías que prueben que efectivamente ocurrió. Gutiérrez Chávez ha insistido en que las firmas fueron recabadas en la Dirección de Recurso Humanos de la Universidad de Colima bajo la presión de su titular Juan José Guerrero Rolón.
A pesar de ser un conflicto intersindical, al lugar acudió Bernardino Cortés Campos, director del Sistema Universitario de Protección Civil, quien fue acusado de tener “influencias” en la propia Junta Local al presuntamente ordenar al guardia permitir el paso a la audiencia a Jorge García Pérez, secretario general suplente suspendido del Sindicato.
Asimismo, se denunció la instalación de cámaras de seguridad y micrófonos así como la presencia en el exterior de varios policías vestidos de civil, guardias y trabajadores de la máxima casa de estudios.
Al término de la reunión, tanto los abogados de Zamorano Manríquez como de Gutiérrez Chávez fueron cuestionados sobre lo acontecido pero se negaron a brindar información a Perriodismo.