Realizan 4to Festival del Día de los Muertos

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La noche de ayer, desde unas cuadras antes de llegar al panteón de Colima ya se veía el ajetreo, puestos de comida, de elotes asados, esquites, espadas de juguete luminosas, sin faltar las flores y coronas.

Gente que entraba y salía, también los músicos, había mariachis y uno que otro conjunto norteño. Por su parte, los agentes de tránsito lidiaban con los vehículos.

Algunos prestadores de servicios funerarios trataban arduamente de vender sus paquetes ya que estaba ‘fresquecito’ el tema de la muerte , incluso hasta una exposición de ataúdes personalizados con dibujos de balón de fútbol para los apasionados del deporte o con ramas multicolores para alguien que gusta de lo pintoresco.

El Festival del día de muertos es un evento que también gozan los vivos, la cuarta emisión de dicho festival, organizado por el H. Ayuntamiento de Colima, tuvo una gran asistencia.

El aire estaba por ratos impregnado con aroma a café, ese que preparaban para regalar a los asistentes con su respectivo pan. Todavía a lo lejos podía escucharse una banda que tocaba en alguna tumba.

La gente se apresuraba a ocupar alguna silla que quedara vacía, otros contemplaban y se tomaban fotografías con las calaveras participantes del Primer Concurso de Calaveras de Papel, fueron un total de veintiocho. Había de personajes famosos como Michael Jackson, Frida Kahlo, hasta “Miss Tecomán” vestida de manta blanca y con una iguana verde pintada en su vestido, también estaba la “Buscadora de talentos”, con una camisa de la selección mexicana y un balón en mano, quizá soñó con ser la directora de la selección.

Mónica Saucedo artista visual colimense, dio a conocer a los ganadores del concurso. Hubo dos menciones honoríficas, la primera para José Luis Aguirre Luna y la segunda Uriel Hernández Carrillo. El tercer lugar lo obtuvo Indira Barreda Aguilar, el segundo Jonathan Núñez Campos, y el primer lugar fue para Ricardo Aguilar Valencia.

La primera presentación de la noche corrió a cargo del grupo de música autóctona de la Tercera Edad del Parque Regional, bajo la dirección del maestro Jorge Romero. Ofrecieron un ritual a los muertos encaminado hacia los cuatro rumbos del universo, retomando aspectos filosóficos de culturas como los Coras, los Seris y los Nahuas. Su música era creada por instrumentos de percusión y de viento como la flauta de pan y el caracol. Hombres y mujeres vestidos de manta blanca y roja cantaban a la muerte: “todo lugar y cualquier momento es bueno para partir”, “Hermano halló camino pa el cielo, se fue alegre cantando”.

Jorge Romero, explicó un poco acerca del objetivo de la agrupación: “En la evolución en relación a la muerte tenemos un gran avance […] con la llegada de los españoles se nos fue quitada la lengua y muchas tradiciones, entonces nosotros queremos difundir, que se toma esa conciencia de que somos un pueblo de miles de años. La tradición tiene que vivir, ahí está, esto es genético, también es festivo porque la muerte es también alegre, la muerte es como el equilibrio de la vida, es la dualidad […] no podríamos valorar la vida si no tenemos la muerte […] Participamos para difundir el valor ancestral que nos dejaron nuestros antepasados.

La segunda y última presentación de la noche fue de la compañía “Circo Dragón” de Guadalajara, su espectáculo constó de danza, sketches cómicos y canto, agregándole un toque de comicidad al tema de la muerte. Los personajes de cada escenificación bailaban y se resistían un poco a ser llevados por las diferentes versiones de la muerte, por la parca o la catrina quien estaba ataviada con sus mejores galas. Se escuchaban de fondo canciones como “La llorona” y “Adelita”. Realizaron acrobacias aéreas en telas, los movimientos repentinos de quienes estaban sosteniéndose de la tela generaba asombro en los espectadores. Los diablos hicieron acto de presencia con un espectáculo de fuego. La visión de la muerte no fue nunca de manera triste, sino como un estado en el que aún se puede cantar, zapatear y beber.