Movimiento magisterial o magisterio en movimiento

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En nuestro estado es conocido por todos el férreo control que ejercen las autoridades sindicales y oficiales sobre los trabajadores de la educación, y a su vez, las pleitesías y lealtades que estos les rinden a cambio de favores personales y de realizar su trabajo tranquilos, sin la presión del aparato que vigila y castiga.

Hasta hace poco podíamos ver imágenes gigantes en los autobuses, mantas colgadas en espacios públicos y en escuelas, así como desplegados en periódicos con palabras de agradecimiento a quien fuera dirigente de la sección 39 del SNTE en la entidad. Un gasto excesivo en una lambisconería sin sentido.

El líder de la sección 6 no obstante ser profesor comisionado y tener a su cargo la representación sindical de toda una sección, ahora se dedica a tareas legislativas bajo el auspicio del partido Nueva Alianza, aquel que fundara Elba Esther Gordillo para desafiar al priista Roberto Madrazo y poder seguir vendiendo su estructura sindical a quién más le convenga.

Para rematar la ilustración, el 13 de septiembre el PRI-Colima organizó una marcha en defensa del proyecto de reforma energética del gobierno federal, movilización que en gran medida se dio a través de coerciones, en el evento se tomaba lista a los asistentes, de los cuales muchos señalan que se les advirtió de sanciones si no asistían. Esta marcha estuvo nutrida por diversos profesores, funcionarios de la Secretaría de Educación y el sindicato, sobre todo aquellos de confianza, por contrato o en espera de su basificación: hay que hacer puntos con el poder y no con la profesión ejercida.

En este escenario es que resulta interesante ver 400 profesores (y ciudadanos) marchando en las calles, bajo una lluvia intensa, gritando casi todo el tiempo consignas de lucha y organización y repartiendo volantes informativos a una población que se quedaba atónita o miraba con morbo esta manifestación.

Durante este mitin se fijaron posturas, se expresaron sentires y se dio el simbólico grito de independencia pues era quince de septiembre. Al final se organizaron comisiones por municipios para platicar y nombrar representantes los cuales se dejó en claro, solo sería para tareas de coordinación y no como delegados.

Por eso al preguntar por la tercer marcha magisterial, me sorprendió que me informaran que hubo la misma cantidad de gente que la segunda, se supone que este movimiento debería crecer. O algo se está haciendo mal en la organización o las intimidaciones han sido fuertes.

Lo cierto es que hay mucho ruido, hay quien maximiza o minimiza el número de asistentes a las marchas, pero se registran más de 60 escuelas que se sumaron al paro el 2 de octubre, a lo que habrá que adicionar cuántos profesores están interponiendo recursos de amparo frente a las leyes secundarias de la reforma contra la que se protesta. Solo las estrategias y comunicaciones en su conjunto nos ayudan a tener una justa dimensión de los alcances de esta bola de nieve de inconformidad que parece, ya ni las tradicionales intimidaciones de nuestro sistema político pueden detener.

Se supone que antes de la última marcha se realizará un foro sobre la reforma educativa, pero más bien parecía una ronda de oratoria para aclarar dudas o para reforzar posturas, el formato estuvo lejos de un espacio de análisis y debate, cosa que probablemente también ha pasado con los anunciados ejercicios asamblearios del movimiento.

Como ejemplo está el nombre de “Frente Magisterial Independiente”, el cual me comentan algunos compañeros, no ha sido consensado entre los profesores que se han sumado a la lucha, así como las diferentes vetas de acción y sus representantes en medios. De hecho durante esta tercer marcha (28 de septiembre) se anunciaron ciertas acciones que no habían sido socializadas previamente hacia el conjunto de quienes integran los contigentes, por ejemplo la toma “simbólica” de las instalaciones de la sección 6 del SNTE, muchos apenas se enteraron en este evento.

Y es que hay cuestiones que inminentemente tienen que ser evaluadas por el conjunto de fuerzas que impulsan el movimiento ¿Cómo ayuda esta toma a avanzar en las demandas del movimiento? de hecho, ¿Qué demandas concretas hay más allá de la derogación de la reforma educativa y la renuncia de Villanueva?

Y es que si vamos a decir no a los partidos también hay que decir no a las élites independientes. Es temprano aún pero comienzan a visualizarse ciertas distancias entre grupos, incluso entre grupos y “multitud”, los primeros trazando rumbos y poniendo marcas, mientras, los segundos dan incipientes muestras de crítica y organización frente a esto. Ojo, no estoy intentando hablar de fricciones y manipulaciones porque no las hay, las movilizaciones magisteriales en Colima tienen impulso propio y gran capacidad organizativa, pero dependerá solo de ellos que esto se materialice.

Pero los problemas saltan a la vista cuando aceptamos que este movimiento no tiene un aura de pureza protectora. En diciembre hay cambio de dirigencias en el SNTE y existe el riesgo de que este movimiento se corrompa antes de dar sus primeros pasos firmes. La exigencia de renuncia de Jesús Villanueva por sí sola no representa mucho, pues bien puede llegar Juan Pueblo y resultar el mismo caso, de hecho, la salida de Villanueva puede llegar a ser consecuencia misma de un movimiento fuerte que impulse la democratización del sindicalismo, que rompa las relaciones de corrupción, compadrazgo y clientelismo entre gobierno y sindicato, que promueva la transparencia, la participación y la democracia, pero ello a condición de practicarla al seno del mismo movimiento.

Creo que muchos estamos a la expectativa de lo que suceda con este magisterio en movimiento pues hay personas preparadas, con sensibilidad social y con gran capacidad organizativa, no por poco su grupo de Facebook está nutrido por periodistas, ciudadanos, militantes de partidos y activistas sociales. No podemos depositarles la responsabilidad de abrir un movimiento masivo y potente, ellos tienen sus demandas y su campo de acción y es necesario llamar al respeto, sin embargo la solidaridad es base de toda transformación social y política de gran calado, y de ahí que para muchos, esto pueda ser un ejemplo y punta de lanza para comenzar a cambiar las condiciones en las que la ciudadanía se encuentra sometida por un poder político demasiado silvestre para vivir en el siglo XXI, y eso es lo que hay que empezar a cambiar.