¡Feliz cumpleaños!

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Perriodismo es un medio que ha logrado comunicar con la verdad. Eso es mucho decir para cualquier instrumento de comunicación de las noticias, cuando hay que sostener una nómina. Porque en la mayoría de los medios, el Estado es quién paga los salarios y las lenguas que se aprestan a decir lo que el dinero esté dispuesto a pagar.

Todos los medios tienen su punto de quiebre. ¿Cuál será el de Perriodismo? No lo sé. Espero que nunca llegue. Espero que Oscar Adrián permanezca como hasta ahora, siendo congruente con esa idea con la que nació como periodista. Sin compromisos con nadie y con el interés de ofrecer un espacio que comunique la verdad.

Lo recuerdo dentro de la Universidad de Colima, cuando Perriodismo era un blog con el que experimentaba, buscando contar la verdad. Sé que eso provocó muchos problemas en la escuela.

Tal vez él no se dio cuenta, pero sus profesores recibían la presión de que Oscar Adrián (y otros), no terminara la carrera (¿recuerdan el MED? El Movimiento Estudiantil Disidente estaba compuesto por jóvenes, cuyas exigencias calaron en las conciencias de unos cuantos, cuando Miguel Ángel Aguayo fue candidato a Diputado Federal, sin haber dejado la Rectoría y después, fue elegido diputado y se jubiló con su sueldo de Rector y lo seguimos manteniendo hasta ahora. Esos jóvenes del MED estaban en el top ten de los que había que vigilar y castigar, como dice Foucault).

Afortunadamente, en esa facultad, hay gente que piensa y actúa por sí misma, aunque no lo diga públicamente.

Esa situación me hizo recordar a cierta directora de cierta facultad, en la misma universidad, quién contaba sobre un estudiante incómodo, que un día se le ocurrió hacer una pregunta, también incómoda, al Rector en turno: “Señor rector”, dijo “¿como se eligen los rectores en esta universidad?” La verdad, no se trataba de decirle al alumno como había sido elegido él, porque eso era una historia incómoda para no contarse (que tal vez les cuente después). Bastaba decirle, que la ley orgánica marcaba un procedimiento y con explicarle cual era ese procedimiento al alumno, hubiera sido suficiente.

Pero la lengua se le trabó al Rector. Se molestó tanto, que no supo qué responder, se le olvidó la ley (¿o no la conocía?) y terminó su participación en ese evento, gritando enojado, diciéndole al joven que era un irrespetuoso (¿tal vez recordó muy bien su NO elección?).

Al terminar la reunión, el Rector le dijo a la directora que, haber como le hacía, pero no quería ver a ese muchachito por ahí. Ella le preguntó que a que se refería con eso y él le dijo “usted sabe a que me refiero”. Como la directora no sabía leer entre líneas, ignoró la insinuación del rector, que ahora podrá decir que no es cierto, como todo lo que sucede en esa Universidad. Como no queda por escrito, nunca pasó. El joven se graduó y no pasó a mayores.

A veces, la desobediencia ante una orden incoherente e injusta, es absolutamente necesaria.

Perriodismo es un espacio irreverente, pero necesario en este mundo donde la verdad se oculta por unos pesos, donde lo más importante es no decirla. Mantener a la gente informada de lo que sucede en Colima y en el país, a partir de la construcción de un discurso de verdad, no es una tarea fácil.

Perriodismo y todos sus colaboradores nos hemos puesto esa tarea. En lo particular, es un espacio donde me siento libre, sin censura, para dar mi opinión y explicarla. El día que eso ya no sea posible, Perriodismo dejará de existir o yo ya no estaré ahí para contar mis historias.

Por lo pronto, celebremos siete años de irreverencia, buen humor y verdad y construyamos la posibilidad de otros siete años por el mismo rumbo.

Un abrazo a todos y todas las que hacen posible que Perriodismo exista. ¡Enhorabuena!