Proyecto minero, detrás de hidroeléctrica en Comala: Bios Iguana

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El Consejo Indígena por la Defensa del Territorio de Zacualpan (CIDTZ) y la organización ambientalista Bios Iguana manifestaron su rechazo a la hidroeléctrica en el río Armería por considerar que está “claramente unida” al proyecto de explotación minera que pretenden instalar en Zacualpan.

Mediante un documento dirigido a Alfonso Flores Ramírez, Director General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Dilva Peña Velázquez, del CITDZ, y Esperanza Salazar Zenil, de Bios Iguana, expresaron que la hidroeléctrica generará un conflicto socioambiental.

Se dijeron “extrañados” ya que hasta el momento  ni la comunidad de Zacualpan,  ni la población de Colima, Villa de Álvarez, Armería y Manzanillo –usuarios directos del agua proveniente del río Armería– han sido informados sobre dicho proyecto.

Promovido por la empresa Generación Enersi S.A. de C.V consiste en la preparación, construcción y operación de una planta hidroeléctrica en el río Armería con capacidad de 10 mil 477 kilowatts.

Estaría conformado por una presa derivadora, una línea de conducción (canal), tanque de carga, casa de máquinas, subestación y una línea de transmisión mediante la instalación de 42 torres con un derecho de vía de 26 metros, así como el camino de acceso.

El documento señala que las represas tienen profundos impactos sobre los ecosistemas y las economías soportadas por cuencas hidrográficas, además de generar grandes cantidades de gases de efecto invernadero.

La superficie total requerida para su instalación, explica, es de 727.6 hectáreas de las cuales .41131 presentan vegetación natural que requiere ser removida.

Además, indican que la equivalencia de la hidroeléctrica del río Armería  -10.4 megawatts- es “poca e innecesaria”, ya que la termoeléctrica de Manzanillo (706.7 megawatts) abastece a Colima produciendo más energía de la que el estado requiere.

“Colima no necesita un proyecto privado de generación de energía de esta naturaleza”, puntualizaron.

Entre las observaciones que hicieron sobre el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) que realiza la Semarnat, indican que previo al MIA debió realizarse una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) que definiera si este proyecto es realmente “necesario” o no.

Mencionan que no hay evidencia de que se hayan realizado estudios sobre la dinámica de sedimentos de la cuenca, lo cual “resulta sumamente preocupante y pone en duda toda la información concerniente a éste y otros aspectos”.

También lamentaron que se presente la misma información sobre “Hidrología subterránea”, “Zonas de veda” y “Aire” en tres ocasiones y que no incluya una evaluación sobre el cambio climático y los efectos que éste generaría en los componentes del ecosistema.

El CIDTZ y Bios Iguana advirtieron que entre los posibles impactos que el  proyecto ocasionaría está: desplazamiento de población, fragmentación y pérdida de hábitat para diferentes especies y contaminación de tierra y agua , así como la modificación a la dinámica de los flujos de agua subterránea por la construcción de los cimientos de las torres, entre otros.

Finalmente, expresaron no tener duda de que la hidroeléctrica está unida a un proyecto de explotación minera.

“No nos queda duda que este proyecto hidroeléctrico no es para generar energía y venderla a la Comisión Federal de Electricidad, sino que va claramente unido al proyecto de explotación minera de oro plata, cobre y manganeso, que desde hace tres años se pretende imponer en Zacualpan. Generalmente las represas vienen acompañadas de proyectos de extracción”.