«La justicia tiene pendiente presentarse en todo su esplendor con las mujeres periodistas», consideró Lucía Lagunes Huerta, directora de Comunicación e Información de la Mujer, A.C. (Cimac).
Al ofrecer el viernes pasado una conferencia en el auditorio de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima, Lagunes Huerta informó que en México del año 2000 al 2011, 184 mujeres recibieron algún tipo de violencia con el propósito de hacerlas abandonar su investigación periodística. La cifra de los años 2012 y 2013 alcanzó 86 casos más.
Aunado a lo anterior, existe una impunidad en la investigación de estos casos, sobre todo de los asesinatos, que convierte a México en el tercer país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo, sólo después de Somalia e Iraq. Agregó que «al amordazar a los periodistas, las sociedad quedan ciegas, sordas y mudas», por lo que consideró que la democracia consolidada y el periodismo libre son dos condiciones necesarias en cualquier país.
Para Lucía Lagunes, la justicia va más allá de castigar puesto que también debe garantizarse la no repetición de los casos y la reparación del daño. Lamentó que las investigaciones por las autoridades sobre los casos de violencia contra mujeres periodistas parten de un «prejuicio sexista» y no desde la labor profesional de la afectada provocando una violencia más pero ahora en la impartición de justicia.
Por su parte, Yunuen Rangel Medina, también integrante de Cimac, mencionó que en Colima solamente se tiene registrado un caso de violencia contra una mujer periodista, aunque -aclaró- esto no implica que no existan más. El incidente ocurrió en el año 2011 cuando la periodista Lily Campos fue hostigada por el profesor Jesús Zepeda del CBTIS 19, tras publicar una nota sobre un video publicado en YouTube donde aparece el citado catedrático viendo pornografía en un aula de la institución.