Es hora, colimenses, de que despierten: Padre Goyo

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«Es hora, colimenses, de que despierten» fue el mensaje que el sacerdote Gregorio López Jerónimo, impulsor de los grupos de autodefensa en Michoacán, dirigió al pueblo en una charla que ofreció el jueves en el centro de la capital.

Ante aproximadamente 150 personas, el Padre Goyo expuso que el pueblo mexicano debe estar despierto para defender su patria, su dignidad, su derecho a la libre voz, a la educación y la vida. Asimismo, dijo que debe estar unido para combatir la «venta criminal del país» ante las reformas estructurales recientemente aprobadas por la Cámara de Diputados y el Ejecutivo.

Consideró que más allá de los grupos de narcotráfico, «el verdadero cártel criminal son los políticos», por lo que exhortó a los ciudadanos a que «exijan» que los servidores públicos hagan su trabajo. Lamentó que en Apatzingan los policías y hasta el propio alcalde se hayan «volteado» para favorecer al crimen organizado para dejar a «400 viudas y mil 500 huérfanos de padre».

En ese sentido, refirió que Colima tiene hospedados «un buen número de criminales» que fueron expulsados por los grupos de autodefensa michoacanos. Mencionó que en Apatzingán gracias a la unidad de la gente se ha logrado limpiar de crimen organizado a la comunidad y hasta son ellos quienes «palomean» a los policías.

Posteriormente, el General Francisco Gallardo Rodríguez aseguró que los tratados internacionales otorga el poder al pueblo para defenderse y debelarse «ante un gobierno que no respeta la dignidad de las personas».

Recordó que las autodefensas surgieron debido a la ausencia de gobierno lo que generó un «rompimiento del tejido social». Consideró que el Ejército Mexicano debe ser «reformado a fondo» porque se ha convertido en una «institución maldita en contra del pueblo y por violan los derechos humanos».

Previo al encuentro, un convoy donde viajaban el Padre Goyo y el General Francisco Gallardo acudió a la comunidad de Zacualpan. Sin embargo, en la carretera fueron interceptados por tres patrullas de la policía municipal de Villa de Álvarez y tres de la policía estatal por una supuesta denuncia anónima que los señalaba de portar armas y drogas. Tras hacer la revisión continuaron su camino al pueblo donde ofrecieron una charla a los habitantes. A su arribo fueron recibidos por pedradas por algunos habitantes mientras eran vigilados por unidades de la policía judicial y el helicóptero de la policía estatal.