¡Que alguien mire al Congreso!

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El poder legislativo en Colima parece replicar el novísimo modelo federal donde se suplanta la discusión por las negociaciones de élite, Martin Flores ha anunciado que en enero será aprobada la reforma política que desde su impulso oficialista (PRI-PANAL), está claramente dedicada a disminuir las posibilidades para que la oposición tenga espacios de real incidencia en las políticas y decisiones públicas, el PANAL se está dando un balazo en el pie pero se cree co-gobierno, mientras al PAN le conviene seguir la naturaleza de esta reforma pues con su voto duro aparentemente seguirá siendo segunda fuerza.

El PRD y el PVEM han hecho público su descontento con la propuesta oficial por lo que prepararon sus alternativas y podemos encontrar elementos interesantes que rescatar. El PRD por ejemplo, asiente la necesidad de disminuir el número de diputados, pero pide que esto sea por parejo tanto para los de mayoría relativa como para los plurinominales pues si se reducen únicamente estos últimos, el beneficiado es el PRI.

En voz de Mariano Trillo, el PVEM propone la revocación de mandato para gobernador, diputados, regidores y síndicos, lo que sin duda contribuiría a que la sociedad pueda tener control sobre el trabajo de los representantes públicos de manera real, no bajo la ilusión de la reelección como pretendido mecanismo de evaluación ciudadana.

Otro punto interesante propuesto por el PVEM es la obligatoriedad de los debates en las campañas electorales, en la elección pasada ha quedado demostrado que sin debates, las campañas se reducen a spots y mitines a modo, donde la ciudadanía no tiene posibilidad real de informarse y evaluar propuestas y perfiles.

El PT brilla por su ausencia, su posición no es cómoda pues si bien el intento de reforma que promueve el aparato de gobierno en teoría le afecta, en realidad este partido en Colima es un satélite del poder de estado, por lo que si se mantiene en la línea puede seguir sobreviviendo políticamente en la mediocridad y consolidando sus emprendimientos protosociales.

MORENA permanece en silencio frente a este tema, su falta de interlocución con los actores que tienen capacidad de ingresar debates hasta el momento no es suplida por una fuerza social que desde fuera pueda presionar, y si bien este partido en formación se ha posicionado mediáticamente esto no se traduce necesariamente en impacto real sobre las agendas.

Pero lo que todos los actores políticos están dejando de lado, es una real transformación de las estructuras de participación ciudadana y de gobierno, hoy Colima tiene una sociedad civil rica en iniciativas y acciones para el mejoramiento del entorno, para detener el déficit de la calidad de vida, para dinamizar sectores económicos estancados, para crear alternativas de desarrollo.

Pero la sociedad organizada tampoco demuestra interés, el intento de movimiento magisterial quedó en meros cacareos mediáticos concentrados en la renovación de las dirigencias y no las estructuras sindicales, el congreso local reglamentará la nueva ley educativa en los próximos meses y no parece haber indicios de que puedan ingresar sus intereses en la agenda.

Hay iniciativas valiosísimas como la que promovió Bios Iguana para proteger el maíz criollo en nuestro estado, pero ni los ambientalistas light han presionado como si lo hacen en sus loables propuestas de protección a los animales, ni MORENA ha tomado el congreso por este asunto de soberanía.

Ya van dos fracciones (PAN y PRD) que promueven otorgar a todos los estudiantes descuento en el transporte público, y pese al gran impacto que tendría esta iniciativa para las economías familiares y para quitar a la FEC el monopolio de la representación estudiantil, nadie ha salido a respaldar la propuesta.

Por otro lado, carecemos de evaluaciones rigurosas del trabajo legislativo, hay diputados que jamás han subido a tribuna a debatir y que no han realizado propuesta alguna, las iniciativas y puntos de acuerdo se aprueban o desechan sin monitoreo y control social, entonces el principio de representación popular se queda en letra muerta.

La reforma política es un tema que debería preocuparnos a todos más allá de filiaciones partidarias o inclinaciones ideológicas, la tendencia será a cerrar aún más los espacios para que la sociedad pueda ser parte de los asuntos públicos, a referenciar el poder del estado en un principio de delegación que se vuelve autoritario, con ello no se sentarán las bases de la gobernabilidad y la eficiencia, sino que pueden potenciar la acumulación de malestar y desconfianza por un mundo que se ha vuelto en apariencia inalcanzable, el mundo de la ciudadanía, ese espacio donde según la filosofía clásica, todos somos iguales.

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