Estudiantes del José Martí, en el limbo educativo

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Los estudiantes de la licenciatura en Medicina del Instituto José Martí se encuentran en un limbo educativo debido al anuncio de la institución del cierre de la carrera, lugar donde desde hace más de dos años decenas de jóvenes colimenses estudiaban aunque no contaba con el Registro de Validez Oficial de Estudios (RVOE).

La Universidad de Colima no aceptará a los 117 alumnos de distintos semestres afectados por este cierre, ya que para revalidar sus estudios se necesitaría que la escuela de la que provienen  cuente con el RVOE, manifestó el rector de la casa de estudios, José Eduardo Hernández Nava.

Martha Batista Gutiérrez de 20 años de edad es una del más de centenar de alumnos que ahora se encuentran en espera y búsqueda de alguna alternativa para poder continuar con sus estudios. Ya acudió a la Universidad de Colima pero no obtuvo solución alguna debido a que no realizó los trámites correspondientes para poder ingresar a primer semestre.

“Me siento decepcionada… sí aprendí y todo, pero el conocimiento poco o mucho que adquirí no me sirve, no me lo certifican para yo poder desempeñarme en otra institución o trabajando”,  nos comparte la ex estudiante,  quien durante dos años pagó una mensualidad de mil pesos, sin contar los libros que tuvo que adquirir teniendo el más barato un valor estimado de 400 pesos.

En cuanto a limbo en el que se encuentran ella y varios estudiantes al no recibir respuesta ni ayuda de institución alguna, Batista nos comenta: “me siento entre la espada y la pared, realmente quiero estudiar pero tocas la puerta y nadie te abre, por más puertas que toco no se soluciona”.

El Consejo Estudiantil de Medicina declaró que los alumnos que cursaban dicha carrera no fueron víctimas de fraude ya que estos estaban conscientes  de que podía o no otorgarse el RVOE, sin embargo Martha afirma que al entrar la escuela se les dijo que el registro ya estaba en trámite.

“Cuando yo fui a preguntar –aproximadamente antes de 15 días de que se nos dice que se iba a cerrar la carrera- me doy cuenta de que realmente cuando nosotros entramos todavía no estaba en trámite. Más o menos  -de acuerdo a lo que me dijeron unas fuentes- lo solicitaron tres meses después de que nosotros habíamos entrado y nos habían dicho que ya estaba en trámite”.

Con el afán de investigar los motivos por los cuales el reconocimiento les fue negado, la afectada acudió a la Secretaria Educación Pública donde obtuvo la siguiente respuesta: “Según lo que me dijeron (fue) porque los doctores que nos estaban dando clases eran cubanos y pues todavía no arreglaban sus papeles en cuanto a la certificación de los estudios que ellos tenían, además por las instalaciones y porque no teníamos lugar para poder realizar nuestras prácticas”.

La noticia del cierre fue dada el sábado 3 de agosto en una junta donde se presentó “un licenciado Verduzco”, reconocido por Martha como el brazo derecho de Joel Padilla, quien dio el anuncio, ofreciéndoles una carrera técnica en Fisioterapia en la cual el RVOE ya se encontraba en proceso.

Según la entrevistada, algunos jóvenes afectados decidieron aceptar la propuesta de cursar la carrera técnica, pero se trataba de jóvenes que habían venido desde el sur de país y contaban con una beca completa, además de casa y comida gratis. “Es su única opción; no desembolsan dinero y estudian”.

En estos momentos, Martha ya inició un proceso legal en contra de la institución, del que espera poder recuperar el dinero que invirtió en sus dos años de estudio en el José Martí para así poder pagar otra institución.

“Estudiaría veterinaria que fue mi primera opción, que por una y otra razón pues no se dio, pero ya me tengo que esperar hasta el otro año”, explicó.

Acerca de los doce lugares ofrecidos por Guillermo Adame, secretario particular del gobernador Mario Anguiano, en los campus de Ciudad Guzmán y Puerto Vallarta de la Universidad de Guadalajara, nos dice que en caso de ser cierta esta noticia participaría para obtener uno.

Batista Gutiérrez estaría dispuesta dejar a su familia en Colima para irse a cursar su carrera a otro estado con tal de seguir  sus estudios en caso de alcanzar uno de los espacios hasta ahora gestionados. “Sí me iría, sólo si no es muy lejos porque también implica un sacrificio y un gasto”, concluyó.