Educación pública o proyecto neoliberal

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“La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio
de la liberación permanente de la HUMANIZACIÓN del hombre”
– Paulo Freire, Pedagogía de la esperanza.

 

Vladimir Parra, presidente estatal de Morena, dialoga con el exrector de la Universidad de Colima, Dr. Ramón Arturo Cedillo Nakay

La educación pública es una herramienta inminentemente poderosa para la formación de seres humanos que perciben la crisis de su entorno y lucha por una solución de bien común, para combatir las desigualdades sociales, así mismo, contribuye a la equidad, la justicia, el respeto, la libertad de pensamiento y la convivencia. Por desgracia, en la Universidad de Colima, la defensa de la educación pública, laica y de calidad, se ha convertido en una necesidad inmediata. La implementación de la educación  a base de competencias, la intromisión de la Federación de Estudiantes Colimenses en las políticas universitarias, la simulación del proceso de elección para la sucesión rectoral, la implementación de becas préstamo, la reivindicación de el apoyo al mal llamado “Pacto por México”  a nombre de una Universidad “autónoma”, no son más que un claro ejemplo de un plan mercantilista de la educación pública en Colima.

Ante ejemplos como este, nos percatamos que en este sentir de la necesidad de convertir a la educación en un producto del mercado, se dejan de lado los intereses de los estudiantes y se ponen por encima las necesidades de un grupo partidista, se centralizan las decisiones y los recursos y con esto se abre paso a que la Universidad de Colima sea una institución al  servicio de una mafia, en lugar de un organismo autónomo, tal como lo supone ser.

La privatización de los sectores públicos, entre ellos la educación, es un reforma  estructural necesaria en el proyecto neoliberal, significa adaptar la educación al servicio del mercado, siendo así que estas políticas determinan claramente una disminución en el gasto educativo del país, por consiguiente, el deterioro de las escuelas y universidades públicas, además de implementar un modelo educativo que va contra el desarrollo de las humanidades y contra la educación analítica y crítica.

Hoy en día las necesidades educativas en nuestro país se basan en cambios estructurales que signifiquen procesos educativos laicos, científicos y reflexivos, donde la formación del estudiantado no sea bajo necesidades económicas, sino humanas, por desgracia se nos enseña en base a las actuales necesidades del sistema mercantil bajo la consigna de “Estudiar sólo para trabajar”, dejando de lado las relaciones humanas y el desarrollo mental y personal del individuo, haciendo del proceso educativo una dualidad de emisor – receptor, donde el profesor habla y el alumno aprende sin retroalimentar, además de adaptar los planes de estudio a el desarrollo del mercado, manejando los preceptos del ser técnico, enseñándonos a ser mano de obra barata y educando en las grandes universidades privadas a los dueños de las empresas, creando así un sistema adecuado para  la formación de autómatas en nuestro país. Por ende necesitamos que se mantenga y se fortalezca la autonomía de las universidades y escuelas públicas, que los planes de estudio se basen en el desarrollo humano y la enseñanza de las humanidades, pero sobre todo que el sector privado se mantenga al margen de las decisiones en base al sistema educativo en México.

En resumen, en el caso específico de la Universidad de Colima, no optamos por dar el  beneficio de la duda como otras fuerzas  políticas  y por ende, exigimos una verdadera autonomía universitaria, un proceso   de democratización consciente y a profundidad, para que las decisiones en cuanto el futuro de la universidad dejen de ser solo asunto de  un  pequeño grupo de personas, que la han llevado a ser una universidad de estado, sin un sentido crítico, social y humanista; En un marco general exigimos el respeto a la educación pública; la ampliación de la cobertura educativa y el derecho a una  educación que sea de  calidad, además de laica, científica y humanista.